Blas Antonio Moreno nació en Abla en 1715. Siendo niño, su familia se trasladó a Granada, donde se formó como escultor y retablista. Su estilo se enmarca en el barroco hispánico, caracterizado por la riqueza ornamental y la expresividad religiosa.
Entre 1734 y 1748 residió en Jaén, aunque mantuvo vínculos con el medio artístico granadino. Su regreso definitivo a Granada estuvo motivado por el aumento de encargos, consolidando su carrera como artista polifacético.
Entre sus obras más destacadas se encuentran:
También realizó trabajos en pueblos de la Alpujarra almeriense, que entonces dependían de la diócesis granadina. Su obra se caracteriza por la versatilidad técnica, abarcando escultura, arquitectura religiosa y mobiliario litúrgico.
Falleció en 1774 en Granada, dejando un legado artístico que ha sido revalorizado por historiadores del arte por su contribución al barroco andaluz.