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Fernando de Berrío y Oruña
Biografía
Hijo del capitán Antonio de Berrío y de la Hoz, repoblador y capitán del presidio de Berja, gobernador de El Dorado y explorador, y de María de Oruña y Ximénez de Quesada, sobrina y heredera del conquistador Gonzalo Ximénez de Quesada.
Tras la muerte de Ximénez de Quesada, la familia se trasladó a Santa Fe de Bogotá en 1580 para percibir los derechos de herencia. Se asentaron en Tunja y, en 1596, Fernando acompañó a su padre en su tercera expedición por el Orinoco en busca de El Dorado. En 1597 heredó las encomiendas de indios y la gobernación de El Dorado, convirtiéndose en uno de los gobernadores más jóvenes del imperio.
Entre sus primeras actuaciones reforzó Guayana y la ciudad de San José de Oruña (Trinidad y Tobago), incendiada por el pirata inglés Walter Raleigh. En 1598 trasladó la ciudad de Santo Tomé de Guayana a un nuevo emplazamiento, y en 1599 empeñó sus bienes en Tunja para asegurar socorros en sus exploraciones.
Favoreció la pacificación del territorio y reinició expediciones descubridoras en el Medio Orinoco y las Guayanas, llegando a impulsar hasta veintidós expediciones, con hitos como el primer avistamiento de las cataratas del Santo Ángel.
En 1612 fue apartado de la gobernación por contrabando de tabaco, aunque en 1615 fue exculpado y autorizado a volver. En 1618 intentó recuperar Santo Tomé de Guayana tras la muerte de Diego Palomeque Acuña en el ataque de Raleigh. Finalmente, en 1619 consiguió pacificar la zona con refuerzos enviados desde Caracas y Puerto Rico.
En 1620 prosiguió exploraciones en el Apure-Orinoco-Meta y Raudales de Atures. Enfermo y sin apoyos, partió hacia España entre 1621–1622, pero fue capturado por piratas argelinos y murió de peste en Argel el 22 de junio de 1622.
Reconocimientos
Su trayectoria refleja:
Legado
Fernando de Berrío y Oruña fue uno de los últimos doradistas, cuyo empeño en descubrir la mítica ciudad de Manoa y el lago Parime marcó la historia de las exploraciones en el siglo XVI y siglo XVII. Su labor como gobernador y explorador consolidó la presencia española en el oriente venezolano, pese a las disputas con ingleses, holandeses y franceses.