Francisco de Puertocarreño, también conocido como Puertocarrero, fue un noble morisco al servicio del conde de la Puebla del Valle, quien lo nombró gobernador de Gérgal y alcaide de su castillo.
En la Navidad de 1568 se sumó al alzamiento de las Alpujarras, bautizándose con el nombre de Aben Mequenum. El 28 de diciembre ordenó encerrar a los cristianos viejos en el castillo de Gérgal, donde mandó degollarlos, iniciando así su participación activa en la rebelión.
En contacto con Hernando el Gorri, alzó la villa y extendió la revuelta por el río Nacimiento, el marquesado del Zenete y la Sierra de los Filabres. El avance del marqués de los Vélez en enero de 1569 lo obligó a abandonar Gérgal y marchar a la taha de Marchena, donde se integró en el generalato morisco. El 19 de enero dirigió junto al Gorri, El Futey y El Tezi la batalla de Felix, gran derrota en la que Luis Fajardo apresó a un hijo y dos hijas suyos.
Escondido en la sierra, acompañó a Aben Humeya en el segundo alzamiento de la tierra, participando en la batalla de Berja (2 de junio de 1569) contra el marqués de los Vélez. A mediados de junio se desplazó a la Sierra de los Filabres para colaborar en el alzamiento de sus villas y del valle del Almanzora.
Con su hijo El Peliguí de Gérgal, colaboró en diversas acciones militares en el sector oriental almeriense. Tras el asesinato de Aben Humeya y la subida al poder de Aben Aboo, Puertocarreño se negó a rendirle pleitesía, retirándose con cuatrocientos hombres al río Almería, donde realizó refriegas contra las tropas reales. La incursión de Juan de Austria en abril de 1570 lo obligó a refugiarse en la Sierra de Baza, acompañado por capitanes como el Negro de Almería (Andrés Aragón), El Moxahalí y su hijo El Peliguí.
Sus acciones obstaculizaban las negociaciones de paz, por lo que el capitán general de Granada envió a Pedro de Padilla con dos mil doscientos soldados que desbarataron su ejército. Huido con una partida de monfíes, permaneció escondido en la Sierra de los Filabres, atacando a los cristianos viejos de la zona y del valle del Almanzora.
El 10 de agosto de 1571 fue capturado por el capitán Pedro Gallardo cerca de Cabo de Gata, posiblemente cuando intentaba huir a Berbería. Trasladado a Vera, fue ejecutado públicamente. Felipe II recompensó a Gallardo en 1576 con un privilegio para incluir en su escudo de armas la figura de Puertocarreño con las manos atadas.
Tuvo varios hijos, entre ellos: * El Peliguí de Gérgal, capitán morisco en el sector oriental almeriense. * Hernando Puertocarrero (Aben Mequenum II), general morisco que actuó en segundo plano en las contiendas. * Dos hijas y otro hijo apresados en la batalla de Felix (1569).
Francisco de Puertocarreño es recordado como uno de los caudillos más activos del alzamiento de las Alpujarras (1568–1571). Su resistencia en Gérgal, Filabres y el valle del Almanzora lo convirtió en figura clave de la rebelión morisca, aunque finalmente fue derrotado y ejecutado en Vera. Su descendencia continuó participando en las luchas moriscas, manteniendo viva la memoria de su linaje.