Santa Quiteria es una figura envuelta en leyenda y devoción, venerada como virgen y mártir desde tiempos antiguos. Según la tradición, nació en el siglo II (aunque otras fuentes la sitúan en el siglo V) en Braga, Portugal. Fue una de las nueve hermanas nacidas en un solo parto de la noble romana Calsia, esposa del gobernador Lucio Catelio Severo.
Al considerar el parto múltiple como obra diabólica, Calsia ordenó que las niñas fueran ahogadas. Sin embargo, la criada Sila, cristiana devota, las salvó y las entregó a familias cristianas que las criaron en la fe. Quiteria y sus hermanas —entre ellas Librada, Marina, Victoria y Eufemia— fueron perseguidas por su fe y finalmente martirizadas.
Quiteria se negó a casarse con Germano, un noble pagano elegido por su padre, y por ello fue decapitada en Aire-sur-l’Adour, en el sur de Francia. La leyenda cuenta que un perro sostuvo su cabeza tras la ejecución, lo que dio origen a su patronazgo contra la rabia y los ataques de animales.
Santa Quiteria suele representarse con:
Su festividad se celebra el 22 de mayo.