La agricultura bajo plástico y la construcción de invernaderos surgieron sobre 1960, cuando se aprovecharon las infraestructura de los parrales y se cubrieron de plástico, para crear un microclima que facilitase la producción de hortalizas, incluso en los meses más fríos del invierno.
Esta técnica, junto con otras para optimizar el uso del agua, como el enarenado con arena de playa y el riego por goteo, contribuyeron al auge de esta agricultura intensiva, que provee de hortalizas durante todo el año a gran parte de Europa.
Dada la gran concentración de invernaderos, se puede observar desde el espacio.