Aunque se licenció en Medicina y Derecho en Valladolid y Madrid, ejerció como profesor en la Escuela Industrial y de Comercio de Valencia y en el Instituto de Zaragoza, hasta lograr la cátedra de Derecho Mercantil y Economía Política en el Instituto de San Isidro de Madrid.
Junto a su labor académica desarrolló una intensa faceta literaria. Amigo de Campoamor, fue cofundador de La Iberia (1854); fundador en Valencia de El Miguelete (1856) y La Opinión (1860); redactor de la Revista Ibérica (1860–1861); fundador y primer director de El Magisterio Español (1867–1869); y director de la Gaceta de Madrid desde 1875.
Entre sus obras teatrales destacan la traducción de La hija del regente de Alejandro Dumas (1846) y las letras de las zarzuelas Ardides de amor (1865) y La firma del rey (1873). En 1874 tradujo el Viaje al Oriente de Lamartine. Su obra poética se recoge en Amapolas (1868), prologada por Jerónimo Borao, rector de la Universidad de Zaragoza.
En 1862, trasladado al Instituto de Zaragoza por motivos de salud, la Diputación Provincial le becó para viajar a Londres, experiencia de la que derivó el informe La España y la Inglaterra agrícolas en la Exposición Industrial. Desde 1864, con la cátedra en Madrid, participó en numerosas actividades cívicas y políticas: cofundador de la Sociedad Abolicionista Española, miembro de la Sociedad por la Reforma Arancelaria, y orador en el Ateneo y la Sociedad Económica.
Durante la Restauración formó parte de las primeras Cortes y asistió como delegado del Gobierno español a los Congresos de Higiene y Salvamento de Bruselas (1876) y Penitenciario de Estocolmo (1878), así como al Congreso Nacional Mercantil de Madrid (1881), del que fue vicepresidente.
Sus obras principales incluyen: Elementos del Derecho mercantil en España, Curso de Geografía y Estadística comercial e industrial, Tratado didáctico de Economía política, el pionero Tratado elemental de Estadística, y la edición francesa Philosophie de la Science économique (1881). También publicó trabajos sobre política arancelaria y comercial en la Revista de España (1881–1882).
En 1884 publicó el estudio “El movimiento contemporáneo de las doctrinas y las prácticas económico-estadísticas en España” en las Memorias de la Real Academia de Ciencias de Lisboa, de la que era académico correspondiente extranjero.
Entre otros cargos, fue secretario de la Intendencia de Hacienda, administrador de la Imprenta Nacional, intendente general de Filipinas y director del Banco de Almería.
Su trayectoria refleja:
Mariano Pedro Carreras y González fue un economista, jurista y literato que destacó por su labor académica, política y periodística. Su compromiso con la reforma social y económica, su participación en instituciones nacionales e internacionales y su producción literaria lo convierten en una figura clave del pensamiento económico y político español del siglo XIX.