De Fidela Campiña dejó escrito el crítico musical Hernández Girbal en la revista Ritmo (1989): “La gran extensión de su voz y la perfección de su canto le permitieron desde los primeros años de su carrera, interpretar con asombrosa brillantez partes de soprano lírico-dramática y mezzosoprano durante más de treinta años, en todos los grandes teatros de Europa y América.”
Con sólo seis años comenzó sus estudios de solfeo en el Conservatorio de Madrid con el profesor José Tragó y los de canto con el maestro Tabuyo.
El 19 de noviembre de 1913 debutó en el Teatro Real de Madrid con la ópera Mefistófeles, interpretando el papel de Margarita. Desde entonces participó en todas las temporadas del teatro hasta su clausura en 1925.
Su éxito en Madrid le abrió las puertas del Liceo de Barcelona, donde interpretó Aida, La Bohème y La Africana. Tras la Primera Guerra Mundial, cautivó al público de Roma con Isolda y Salomé, iniciando un periplo por Milán, París, Londres y Ámsterdam.
En 1926 conquistó al público del Metropolitan Opera House de Nueva York con Otello, lo que le permitió actuar en los principales teatros de América. En 1930 alcanzó la culminación de su carrera con Norma en Catania y Tristán e Isolda en la Scala de Milán, bajo la dirección de Víctor de Sabata.
Por su temperamento fue llamada La Leonesa y por su voz impecable y plena, La Voz de Oro.
Casada con el tenor argentino Carlos Guichandut, residió en Buenos Aires en los períodos alejados de los escenarios. Desde 1939 se fue retirando progresivamente, aunque mantuvo su vocación artística, defendiendo la inclusión de óperas españolas como La Dolores de Bretón y Las golondrinas de Usandizaga.
Su última actuación fue en 1948, en Trieste, con El ocaso de los dioses, al cumplir 54 años. Falleció en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1983, y descansa en el cementerio de La Chacarita.
Su trayectoria refleja:
Fidela Campiña Ontiveros fue una de las sopranos españolas más destacadas del siglo XX. Su voz, reconocida como La Voz de Oro, la llevó a triunfar en los principales escenarios de Europa y América. Su defensa de la lírica española y su papel pionero como artista internacional la convierten en una figura esencial de la historia musical vinculada a Tíjola y Almería.