Joaquín Sicilia y Gallego nació en Abla a comienzos del siglo XIX. Fue hermano de Juan Sicilia y Gallego, boticario de la localidad. En 1847 ejercía como médico en Abla, y su prestigio profesional lo llevó a ser nombrado médico forense de Madrid en 1862.
Durante la epidemia de cólera que azotó España en 1855, Sicilia y Gallego publicó un estudio detallado sobre la propagación de la enfermedad, que causó cerca de 4.000 muertes solo en la provincia de Almería. Su análisis contribuyó a mejorar las medidas sanitarias y a comprender la dinámica de las epidemias en entornos rurales.
Fue también médico de la Casa Real, lo que le otorgó el título de protomédico, una distinción reservada a los facultativos al servicio del monarca. Su labor fue reconocida en círculos académicos y médicos, y figura en los registros de la Real Academia Nacional de Medicina.
Uno de sus ayudantes fue Pedro Tena Avalle, quien se casó con su hija Carmen Sicilia Álvarez. De este matrimonio nació Joaquín Tena Sicilia, médico pediatra y cirujano que continuó la tradición médica familiar en Abla.